Acuarela con dibujo a tinta negra.
48 x 35. Papel Guarro.
Siguiendo con las escenas cotidianas de Granada, esta acuarela representa un momento de ocio de unos desconocidos en una mañana de sábado de septiembre, afanados en la muy granadina costumbre de tomarse unos vasos en la terraza de algún bar, al aire libre, cuando el tiempo no lo impide.
La escena se sitúa en el mismo corazón del Albaicín, en el recodo de la calle Pagés (que es la arteria perimetral que atraviesa el barrio de oeste a este), vista desde la calle del Agua, que desemboca directamente sobre ella.
Éste rincón que vemos, es la misma entrada de la casa morisca de los Mascarones, que debe su nombre a dos grandes figuras grotescas que decoran la fachada, justo a la izquierda de la imagen y que no llegan a verse en esta ocasión.
A pesar de lo prosaico de la imagen, su historia es mucho más noble, pues fue la residencia del escultor José de Mora y de modo más sobresaliente de Pedro Soto de Rojas, excelente poeta granadino que vivió entre los siglos XVI y XVII; canónico y secretario de don Gaspar de Guzmán el Conde Duque de Olivares. Fue contemporáneo entre otros, de los ilustres literatos Lope de Vega y Luis de Góngora (de quien fue discípulo).
Tienes unas acuarelas magníficas!! : )
ResponderEliminarRicardo, me gusta mucho esta acuarela, y tiene como en todas las tuyas una luz espectacular, bien vale la pena recorrer tu blog con detenimiento.
ResponderEliminarTambién resulta muy interesante todo lo que cuentas del lugar que nos permite vivirlo un poquito más. Un abrazo desde Uruguay